
Sumamos una materia más para rendir en diciembre y un par en categoría a definir. Es el 1º año que se lleva materias a examen y si bien no me parece una tragedia, tampoco creo que es motivo de alegría.
Para mi sorpresa la reacción de afuera es muy diferente. Psicólogas, amigas-psicólogas, amigas-docentes, amigas a secas y conocidos coinciden en que "es mejor". Y me lo aseguran enfáticamente. ¿Mejor, por qué? Mejor por la experiencia, mejor para que aprenda a dar exámenes, mejor para bajar los niveles de exigencia, mejor porque sí.
El único que no coincide es mi marido y padre de la criatura, que opina que no sólo es malo sino que la culpa es mía por ser demasiado blanda con ella. Después de una muy clara exposición de mi punto de vista según el cual NO es mi culpa, lo convencí de mi inocencia, o por lo menos ya no se atreve a culparme en voz alta.
No sé me resulta raro pasar de mi adolescencia donde llevarse una materia era una tragedia familiar (por lo menos en la mía) al coro de voces que me dicen que es una fantástica experiencia. Estoy un poco desconcertada...
Un poco fuera de tema, les quería contar que las ilustraciones de mis posts son de temas de animé por la pasión que despierta en mi hija. Además de un recordatorio de que además de las materias escolares tiene un examen internacional de japonés en el mismo mes. Pero eso sí le interesa :-)