viernes, 23 de noviembre de 2007

Así no se puede.

Casi sin estudiar durante el año, mi hijo mayor exoneró/promovió o sea se salvó de todos los exámenes que se podía salvar.
Estudiando 1 hora y media diaria hoy salvó el primer examen obligatorio con 9/12.
¿Cómo lo convenzo de la importancia de los hábitos de estudio, del esfuerzo que significa prepararse para estudiar algo terciario, etc?
Y ando complicada, no me convence lo de que la culpa es de los profesores, porque justito esa es mi profesión. Y tampoco que el nene es un genio, porque tengo ganas de romperle todos los huesos por el trabajo que da para ponerse a estudiar la miserable hora y media diaria.

sábado, 17 de noviembre de 2007

Cosas de mujeres


Mi hija opina que es mucho más satisfactorio quejarse de los dolores menstruales a un hombre (su padre, que en este caso que me comentó conmovido "no sabía que tenía dolores tan fuertes") , que a una mujer (madre o abuela) que suelen contestar "a mí también me dolía mucho. Tomate algo y aguantátela".

Moraleja: si querés un oyente comprensivo, adecuadamente consternado ante la prueba que tenés que pasar todos los meses, y que no pueda:
  • decirte que a él le duele más, y
  • acompañarlo con historias de terror
  • señalarte que en realidad son increíblemente afortunada, ya que desde los albores de la humanidad las mujeres vienen soportando los dolores menstruales con NADA, y vos tenés un arsenal de analgésicos.
  • decirte "y bueno, es así Tratá de pasarlo de la mejor manera. Nadie se murió hasta ahora por una menstruación".
Evidentemente deberás dirigirte a un hombre.

domingo, 11 de noviembre de 2007

La mala educación


La semana pasada mi adolescente me había pedido permiso para invitar a tres amigas a ver videos y jugar con la Play el sábado. Para mi desgracia la reunión se prolongó hasta el domingo a las 20. Cada vez que se acercaba la hora de otro almuerzo o cena, yo rezaba al dios de los ateos para que se fueran de una vez. Pero se nota que mis plegarias eran poco efectivas porque seguían ahí y tenía que resignarme a pedir (y pagar) otro delivery de empanadas , pizza o helado. La comida casera se me había acabado con su mejor amiga que cayó en una visita el viernes a la tarde y terminé dándole parte de la cena que guardaba para el fin de semana.

Pero esos no fueron los únicos problemas. En un momento de acercó mi hija de 7 años muy seria y me dijo:
- Recordale a las amigas de mi hermana que no digan cosas como "puto" delante de mí. Hoy estuvieron diciendo "puto" y "mierda".

Prometí hacerlo. Lo hice, de hecho. Les causó mucha gracia, con un ligerísimo tinte de vergüenza. Pero dijeron que ellas hablaban así.

¿En qué momento la esmerada educación que damos a nuestros hijos se va al carajo (para seguir con la onda del post) ? ;-)

domingo, 4 de noviembre de 2007

Me rindo.

No consigo entender que la última novedad en materia rebeldía de mi hijo mayor (18) sea almorzar todos los sábados y domingos sentado a suficiente distancia de la mesa para que el trayecto de la comida desde el plato a su boca sea un viaje de alto riesgo en el cual algo de la comida termine o amenace todo el tiempo con terminar sobre su ropa.
Y que le moleste profundamente que yo ose mencionarle la conveniencia de deslizar la silla unos 50cm. hacia la mesa.
Si, mucho ooommmm y acordarse de agradecer todos los días vivir en la era del lavarropas y poder tener uno.